FEGUIFUT asegura que la liga finalizará pese al boicot arbitral y admite deuda pendiente

El presidente de la FEGUIFUT, Tomás Venancio Ndong Michá, ha confirmado en rueda de prensa que la liga de fútbol se completará con o sin la participación de los árbitros, en medio de una crisis generada por impagos. La Federación admite una deuda con los colegiados, aunque defiende que el acuerdo de pago sigue vigente.
En una rueda de prensa ofrecida para aclarar la situación del arbitraje nacional, el presidente de la Federación Ecuatoguineana de Fútbol (FEGUIFUT), Tomás Venancio Ndong Michá, abordó la crisis surgida tras la retirada de los árbitros en protesta por impagos. El presidente afirmó que, según los acuerdos existentes, los árbitros deben recibir sus pagos al finalizar la temporada, concretamente en los meses de junio y julio.
“La liga finalizará con o sin los árbitros”, aseguró Ndong Michá, subrayando que existe un pacto entre la Federación y los colegiados, aunque reconoció que dicho acuerdo es únicamente verbal. También indicó que la FIFA ha recomendado culminar la temporada con los árbitros que estén dispuestos a ejercer y, posteriormente, formar a nuevos oficiales.
Por su parte, el jefe de los árbitros, Eusebio Engono, explicó que los colegiados fueron convocados tras emitir una carta de protesta, pero decidieron no acudir a la reunión. Mientras tanto, el designador de árbitros, Austin Edjang, expresó su apoyo a las reivindicaciones de los árbitros, aunque criticó las formas empleadas por éstos para exigir sus derechos. Edjang dejó claro que no habrá represalias para quienes decidan no continuar arbitrando.
El presidente de la FEGUIFUT insistió en que no comprende por qué los árbitros han roto el acuerdo, recordando que la Federación ha invertido en su formación y que ambas partes se necesitan mutuamente. No obstante, reconoció la existencia de una deuda pendiente, aunque restó dramatismo a la situación, asegurando que existen garantías para finalizar el campeonato.
La crisis arbitral pone en evidencia la falta de formalización contractual entre las partes y plantea interrogantes sobre la gestión interna de la FEGUIFUT, mientras la competición avanza con incertidumbre.