El Constitucional de Gabón concede arresto domiciliario a Sylvia Bongo y su hijo Noureddin

La liberación de los Bongo podría enmarcarse en un posible acuerdo político destinado a facilitar la reconciliación nacional tras décadas de hegemonía de la familia en el poder y el reciente cambio político en Gabón.

El Tribunal Constitucional de Gabón ha concedido el arresto domiciliario a la ex primera dama Sylvia Bongo Ondimba y a su hijo Noureddin Bongo Valentin, quienes llevaban más de 20 meses en prisión tras los acontecimientos ocurridos en agosto de 2023 que puso fin a más de medio siglo de gobierno de la familia Bongo.

Según confirmaron fuentes judiciales a medios internacionales como TV5Monde y Radio France Internationale (RFI), ambos han sido trasladados a la residencia familiar de Sablière, en Libreville, donde cumplirán esta nueva medida judicial.

Sylvia y Noureddin fueron arrestados por la junta militar liderada entonces por el general Brice Clotaire Oligui Nguema, bajo acusaciones de malversación de fondos públicos, blanqueo de capitales y alta traición. Su excarcelación coincide con la reciente decisión de la Unión Africana (UA) de levantar las sanciones impuestas a Gabón, tras considerar exitoso el proceso de transición política y la celebración de elecciones presidenciales el pasado mes de abril.

Oligui Nguema fue confirmado por el Tribunal Constitucional como presidente electo tras obtener el 94,85 % de los votos en los comicios del 12 de abril. Su investidura tuvo lugar el 3 de mayo, dando inicio a un mandato de siete años.

La liberación de los Bongo podría enmarcarse en un posible acuerdo político destinado a facilitar la reconciliación nacional tras décadas de hegemonía de la familia en el poder y el reciente cambio político en Gabón. No obstante, las autoridades no han ofrecido detalles sobre las condiciones del arresto domiciliario ni sobre el estado actual de los procesos judiciales abiertos contra ambos.

Este giro judicial se produce en un momento en que el nuevo gobierno busca consolidar su legitimidad, proyectar una imagen de respeto al Estado de derecho y acelerar la reintegración de Gabón en la comunidad internacional.