El cardenal Robert Francis Prevost es elegido papa y adopta el nombre de León XIV

El cónclave duró dos días y culminó con la elección del primer papa estadounidense de la historia.
Ciudad del Vaticano. La Iglesia católica tiene un nuevo líder espiritual. El cardenal Robert Francis Prevost ha sido elegido como el sucesor de Francisco y asumirá el pontificado bajo el nombre de León XIV. La decisión fue anunciada este miércoles tras dos días de deliberaciones en el cónclave, celebrado a puerta cerrada en la Capilla Sixtina, donde participaron cardenales de todo el mundo.
Con esta elección, la Iglesia católica inicia una nueva etapa marcada por varios simbolismos. Por primera vez, un ciudadano de Estados Unidos ocupará el trono de Pedro, una señal clara de que el colegio cardenalicio busca tender puentes con nuevas realidades eclesiales, especialmente en el continente americano, donde el catolicismo sigue siendo una de las religiones predominantes.
Robert Francis Prevost, de 69 años, nació en Chicago y fue ordenado sacerdote en 1982. Perteneciente a la Orden de San Agustín, ha desarrollado una trayectoria destacada tanto en el ámbito pastoral como en la administración eclesiástica. Antes de su nombramiento como prefecto del Dicasterio para los Obispos en 2023, sirvió durante varios años como obispo de Chiclayo, en Perú, lo que le permitió establecer fuertes vínculos con América Latina.
La elección de Prevost llega en un momento en que la Iglesia católica enfrenta importantes desafíos: la secularización creciente en Europa, el auge del conservadurismo doctrinal en algunos sectores, la crisis de abusos sexuales no resuelta y el debate interno sobre el papel de la mujer, los laicos y la diversidad dentro de la institución.
Aunque aún no se conocen detalles precisos sobre la hoja de ruta que adoptará León XIV, algunos analistas vaticanos interpretan su elección como un gesto de continuidad moderada con el pontificado de Francisco, especialmente en temas como la descentralización del poder en la Iglesia, el enfoque pastoral hacia las periferias y la lucha contra los abusos.
Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el nuevo pontífice pronunció sus primeras palabras como papa: “Con humildad acepto esta misión, confiando en la guía del Espíritu Santo y en la oración del pueblo de Dios”. Su elección fue recibida con aplausos por la multitud congregada en la Plaza de San Pedro, en una atmósfera de expectativa y esperanza.
El pontificado de León XIV comienza con muchos ojos puestos sobre él, no sólo dentro de la Iglesia, sino también en el escenario internacional, donde su papel como líder espiritual de más de 1.300 millones de católicos será observado con atención.